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Saturday, October 27, 2012

SOCCER LEGENDS: Zico confirma uno de los mitos más grandes de la final de la Libertadores ante Cobreloa el 81



El ex crack de Flamengo aseguró que Mario Soto jugó con una piedra en la mano para golpear a los delanteros brasileños.

27/10/2012 - 09:16
Mario Soto y Zico se dieron la mano en el partido de ida de la final, en Río de Janeiro. Mario Soto y Zico se dieron la mano en el partido de ida de la final, en Río de Janeiro.

El brasileño Zico, una de las máximas glorias del fútbol de ese país y de Flamengo, se encargó de desenterrar uno de los mitos que rodearon la final de la Copa Libertadores de 1981, entre el club carioca y Cobreloa.
Para Zico, el 2-0 del tercer partido, jugado en Montevideo, es el partido más inolvidable de su carrera por todo lo que tenía en contra el conjunto rojinegro.
"Esa final de la Libertadores fue el partido que más marcó mi carrera no porque hice dos goles, sino porque era, hasta entonces, el título más importante de Flamengo. Y por otro motivo: la final contra Cobreloa fue la victoria del fútbol sobre la violencia", dice el ex jugador al diario Estado de Sao Paulo, que recopila a una serie de glorias del fútbol hablando sobre los partidos que los marcaron.
"Estuvo también esa famosa historia de la piedra de Mario Soto. El jugó con una piedra en la mano y le dio pedradas a varios jugadores de nuestro equipo", expresó Zico.
"Lico y Adilio salieron del campo con el rostro ensangrentado. Lico ni siquiera pudo jugar el tercer partido. Además de eso, Junior casi se fue preso al final del partido, una cosa horrorosa", recuerda el cuatro veces campeón del torneo brasileño con Flamengo acerca del partido jugado en el Estadio Nacional.
En esa oportunidad, tras perder por 2-1 en el estadio Maracaná, Cobreloa se impuso por 1-0 y forzó al desarrollo de un tercer partido, en cancha neutral. Este se jugó tres días después en Montevideo, con dos goles del líder de la selección brasileña del Mundial de 1982.
"Nuestra trayectoria en toda esa Copa fue complicada. Tuvo de todo. En la primera fase, fuimos muy maltratados en un partido en Paraguay y después tuvimos ese problema en el partido contra Atlético Mineiro (N. de la R.: En el partido por el desempate, el árbitro debió terminar el partido antes porque el rival quedó con 6 jugadores tras una suma de expulsiones). Cuando fuimos a Bolivia, el estadio parecía un cuartel de tanta policía que había. También tuvimos problemas en Cali", recuerda Zico.
"Pero la final fue peor. El primer partido fue tranquilo, le ganamos a Cobreloa en el Maracaná. Pero el segundo partido fue un horror. El clima era terrible y no ganamos porque el árbitro (Ramón Barreto, de Uruguay) nos perjudicó: Cuando nuestro equipo llegaba al área, él inventaba una falta", añadió.
"Al día siguiente, el clima entre la gente era el peor posible. Solo se hablaba de venganza. Pero como el tercer partido era en tres días, en Montevideo, decidimos olvidar aquello. Hicimos una reunión y les dije, como capitán, que Flamengo solo sería campeón si jugaba al fútbol, porque con la pelota éramos infinitamente mejores", completó el ex volante.
Zico cerró con una perla que detalla lo accidentado de la definición de esa Copa: cuando Flamengo ya ganaba fácilmente el tercer partido, el técnico Paulo César Carpegiani mandó a la cancha a Anselmo con un solo objetivo: hacer pagar a Mario Soto.
"Hice un gol en el primer tiempo y otro en el segundo.  Ellos no tuvieron la menor oportunidad. Al final, estuvo ese asunto de Anselmo, que entró a la cancha solo para golpear a Mario Soto", recordó Zico.
"Nosotros estábamos en la cancha y no sabíamos que él haría eso. Fue alguien de afuera que lo mandó. En el minuto todos los celebramos, pero hoy sé que ello no estuvo bien, no debería haber pasado. Eso perjudicó mucho la carrera de Anselmo, que era un buen atacante", cerró el ex jugador.

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