El conjunto incaico vence de visita a Ecuador por 1-2 y queda provisionalmente en zona de clasificación al Mundial.
Perú tiene ya motivos para creérselo. Y es que con su pragmático y sufrido triunfo de visita en Ecuador, gestado en cinco minutos de inspiración goleadora, los pupilos de Gareca (a quienes muchos habían dado ya por muertos) se encuentran en este momento en fase de clasificación al Mundial de Rusia. Con 24 unidades. Una más que la selección chilena. Y el fin a la maldición de 34 años sin citas mundialistas, está hoy mucho más cerca.
Y eso que había sido mejor el combinado ecuatoriano en el cómputo global del primer tiempo, pero su dominio fue tan acentuado como previsible todo cuanto intentó de tres cuartos de cancha en adelante. Tan solo Enner y Antonio Valencia, dos auténticos puñales por los costados, consiguieron generar sensación real de peligro sobre el arco custodiado por Cáceda.
Pero fue Perú, sin embargo, que para entonces ya había entregado descaradamente el balón a su adversario, el que a punto estuvo de decretar la apertura de la cuenta a los siete minutos, en un zurdazo de media distancia de Flores que se topó con la fantástica respuesta de Banguera.
Con el cuadro peruano ciñéndose a su pobre libreto táctico y replegándose a la espera de un contragolpe, Ecuador comenzó a crecer en el partido. La exuberancia física del lateral derecho Velasco, que hizo daño en cada una de sus incorporaciones al ataque, consiguió animar un poco el duelo, hasta que a los 26, Orejuela estrelló un envenenado centro chut en el travesaño del arco peruano. Fue la única acción verdaderamente reseñable de una primera fracción anodina, cuyo parsimonioso ritmo de juego favoreció, sin duda, a los intereses del combinado incaico.
Mudó su actitud el conjunto adiestrado por Ricardo Gareca tras su paso por los camarines, en parte porque el dueño de casa comenzó a acusar cierto pánico escénico, en parte porque Christian Cueva (con Guerrero desaparecido en combate) consiguió imprimirle al ataque de su equipo cierto punto de irreverencia. Y en los últimos 20 minutos de juego terminó aconteciendo sobre el césped del Olímpico Atahualpa todo lo que no había sucedido en los 70 anteriores.
Un violento remate de Edison Flores desde la frontal del área, que dejó sin efecto el vuelo raso de Banguera, puso en ventaja a Perú a los 72 minutos, instantes antes de que Paolo Hurtado, sacando provecho del desconcierto de la Tri, firmase el segundo al culminar con acierto un contragolpe de manual. Llevaba menos de un minuto sobre el terreno de juego.
Pero como ya sucediera en su duelo anterior ante Bolivia, el cuadro peruano sufrió para conservar su ventaja, y en una aventura en solitario de Enner Valencia, el escurridizo atacante consiguió provocar un penal, forzar la segunda amarilla de Ramos y volver a meter a su selección en el encuentro desde los doce pasos.
Pero la capacidad de reacción del combinado ecuatoriano (alarmantemente venido a menos en las últimas fechas eliminatorias) terminó ahí. Perú supo sufrir y terminó llevándose de Quito (lugar en el que nunca había ganado en proceso clasificatorio) tres puntos valiosísimos que lo dejan provisionalmente en zona de clasificación al Mundial de Rusia.
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