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Friday, June 15, 2018

RUSSIA 2018: Uruguay 1 Egypt 0, opaco debut de Luis Suárez; cumpleaños infeliz de Salah15 Jun 2018







Autor: La Tercera

El delantero jugó un partido irregular. Se vio ofuscado e impreciso. Desperdició tres ocasiones claras para anotar.


Uruguay se impuso a Egipto por la cuenta mínima en el debut de ambos equipos en la Copa del Mundo. Sudamericanos y africanos ofrecieron un buen espectáculo, cuyo resultado terminó inclinándose en favor de los charrúas gracias al gol de José María Giménez, de cabeza, a los 89 minutos del encuentro. Fue un duelo áspero. De mucha fricción en la zona media y con preponderancia a la defensa de parte de ambas escuadras.
En el equipo celeste, Luis Suárez no tuvo una buena actuación. El delantero del Barcelona está llamado a ser la figura del equipo, sin embargo en el primer compromiso de la cita planetaria no tuvo su jornada más lúcida. El ariete se vio ofuscado e impreciso, y tuvo muchas complicaciones con la férrea marca de los africanos, que lo aislaron del funcionamiento de juego, lo que le permitió interactuar poco con la pelota.
Tuvo opciones, pese a todo, pero desperdició tres ocasiones claras para anotar. Primero, desviando increíblemente un rebote que le cayó tras un tiro de esquina, sobre el final del primer tiempo. Después, un mano a mano bien contenido por el meta Mohamed El Shenawy, al inicio del complemento y, finalmente, otro mano a mano en el que demoró demasiado la definición, a los 72′.

Uruguay se aferra a la cabeza de Giménez


Reuters

Los charrúas se impusieron agónicamente a Egipto con un frentazo del defensor del Atlético Madrid en el minuto 90. Sin jugar bien, la Celeste se queda con los tres puntos en la última jugada.


Un equipo que cuenta con Edinson Cavani y Luis Suárez es una permanente invitación a gritar goles. Los dos artilleros uruguayos no sólo son eximios definidores a nivel de clubes, sino que con su selección suelen ser letales. Eso sí, necesitan de la ayuda de sus compañeros para encontrar espacios o un pase justo de cara al arco rival. Algo que en el estreno mundialista no ocurrió y la Celeste debió recurrir a un frentazo de José María Giménez en el último minuto para quedarse con una victoria agónica por la cuenta mínima ante Egipto, que vendió cara su derrota.
Sufrimiento charrúa en su grado máximo en Rusia ante un rival que se dio el lujo de prescindir de Salah, quien por su problema en el hombro estuvo solo en el banquillo. Pero aquello no le restó personalidad a un equipo que se le plantó de igual a igual a Uruguay, dejando de lado el libreto amarrete que suele caracterizar a los equipos que en el papel lucen inferiores. Con orden defensivo, pero sobre todo una buena administración del balón, Egipto fue creciendo a medida que avanzaba el partido, alejando a Cavani y Suárez de la zona donde se sienten más cómodos.
Claro que Uruguay le facilitó la tarea  a su rival. Poco preciso con el balón y con el único argumento de aguardar la genialidad de alguno de sus delanteros, el elenco sudamericano languideció por largos pasajes, sin saber qué hacer cuando tenía el balón y con enormes problemas para recuperarlo en campo rival. De hecho, en el primer tiempo no se generaron una sola ocasión de peligro, lo que reflejó el poco poder ofensivo celeste en esos pasajes del partido. Sin juego por el eje central, todo quedaba supedidato a centros hacia Cavani y Suárez, quienes siempre estaban en inferioridad numérica.
La historia cambió algo en el segundo tiempo porque aparecieron los arietes charrúas, pero más porque su peso específico que por una mejora de Uruguay. Suárez recién iniciado el complemento tuvo un mano a mano con el portero El Shanawi, a la postre la gran figura del partido por tres atajadas monumental. Porque después de esta acción que le frenó al delantero del Barcelona, tuvo otra acción similar con el mismo protagonista y más tarde tuvo una atajada monumental frente a un remate desde fuera del área de Cavani. Incluso minutos después el propio ariete del PSG francés estrelló un tiro libre en el poste. Ahí parecía quedar sellado el empate.
Pero a la Celeste, la historia siempre le tiene reservada una última jugada. No importa como venga el partido. De algún modo encuentran ese postrero argumento para torcer el destino. Y éste apareció tras un centro de la derecha que encontró a Giménez en el corazón del área, quien elevándose más que todos, incluso que Suárez y Cavani, para romper el cero y desatar la euforia charrúa. Delirio en Tabárez y compañía, que veían como se les había complicado un partido más allá de lo esperado.
Ahí acabó el partido porque no había tiempo
De ahí en más se fue del partido. Siguió peleándose con los defensores egipcios, gesticulando airadamente ante cada pelota perdida o pase mal entregado y, en definitiva, lejos del protagonismo que siempre se espera de él.
Estreno amargo para el delantero, que igual saca cuentas alegres por el postrero gol que le dio tres puntos a su equipo. Tendrá una nueva oportunidad para anotar y destacar de acuerdo a las expectativas, el próximo miércoles ante Arabia Saudita, en la segunda jornada de competencias del grupo A.

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