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Saturday, September 29, 2018

El nuevo manual de la Iglesia de Santiago para prevenir abusos



El manual de contenidos es un trabajo del Arzobispado de Santiago. Foto: Archivo

En el documento, que fue publicado en el sitio web de este Arzobispado, se detallan normas a observar y cumplir. Regirán desde el 28 de abril del próximo año.


Los escándalos por abusos sexuales no terminan de remecer a la Iglesia Católica chilena, que sigue en la lupa del Ministerio Público y, en general, de toda la comunidad, nacional e internacional, luego de que este viernes el Papa Francisco resolviera expulsar del estado clerical a Fernando Karadima.
En medio de todo este escenario, el Arzobispado de Santiago busca también dar señales de un cambio respecto de cómo se enfrenta este problema. En particular, sobre el deber ser de la relación que el clero mantiene con niños, niñas, adolescentes y personas con algún tipo de discapacidad. Por ello, la entidad publicó en su sitio web oficial el documento titulado “Orientaciones que fomentan el buen trato y la sana convivencia pastoral”. Una suerte de manual que busca evitar nuevos casos de abusos sexuales de parte de consagrados.
El escrito, de nueve páginas (y en el cual jamás se nombra la palabra “abuso/s”, salvo para identificar al ente a cargo de este tema), aborda la problemática a través de siete capítulos, con una introducción en la cual el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, indica que “es necesario establecer orientaciones que proporcionen principios de conducta en determinadas situaciones pastorales”.
Agrega que “los pastores (…) deben, en todo momento y en cualquier situación, estar conscientes de las responsabilidades que acompañan su trabajo”. También llama a los sacerdotes y religiosos en general estar atentos a los signos que pudiesen convertirse en potenciales problemas.
El documento, que se pretende entre en vigencia el 28 de abril de 2019, para la Fiesta de la Divina Misericordia, fue trabajado por el Consejo para la Prevención de Abusos del Arzobispado de Santiago. Esta entidad, recientemente creada por la arquidiócesis y encabezada por la abogada Andrea Idalsoaga, tiene a su cargo la Oficina Pastoral de Denuncias (Opade) y el Departamento de Promoción de Ambientes Sanos.
Este manual aparece no solo en momentos de la expulsión de Karadima del sacerdocio, por los abusos cometidos en la parroquia de El Bosque, sino también pocos días después de que el exsacerdote Cristián Precht corriera la misma suerte.
Sin embargo, este trabajo de las “Orientaciones…” también generó cuestionamientos de parte de algunas autoridades, como la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, quien, tras leer el escrito, sostuvo que “quedé en estado de shock”.
Un sacerdote de la misma arquidiócesis, en cambio, aseguró que si bien el escrito “puede parecer alarmista, desproporcionado o falto de delicadeza al explicitar cosas tan terribles, justamente se plantea así por todo lo que sucedió y que se quiere evitar en el futuro, como una manera de generar clara conciencia, no sólo entre los consagrados, sino también entre los laicos”.
La psicóloga Paulina Pérez, directora del departamento de promoción de ambientes sanos de la delegación para la verdad y la paz, del Arzobispado de Santiago, explicó que lo que se busca es “objetivar parámetros de conducta que aseguren la protección de niños y jóvenes”. Según la profesional, el documento orientador se basó en la experiencia de la diócesis de Estados Unidos “particularmente Boston, además del documento Towards Healing de la Iglesia en Australia, y de instituciones civiles norteamericanas líderes en el ámbito de la protección de menores frente al abuso sexual, con documentos como: Praesidium y Virtus”.

Puntos del manual

En el documento se detallan cada una de las conductas que no deben realizar los sacerdotes, religiosos/as, laicos o cualquier miembro de la comunidad eclesial de Santiago con niños, niñas, adolescentes y personas con discapacidad. Sin embargo, en ninguna parte se advierte que algunas de esas acciones derechamente son constitutivas de delito.
La letra “C” del capítulo 3, por ejemplo, indica como “inapropiado” el “dar palmadas en los glúteos, tocar el área de los genitales o el pecho”, sin señalar que dichas tocaciones son consideradas como abuso sexual, según el artículo 365 y siguientes del Código Penal.
Otros puntos y capítulos abordan precauciones generales y de valioso sentido común, como que las acciones y actividades pastorales de un menor siempre deben estar autorizadas por sus padres o tutores, que nunca hay que exponerlos a riesgos y que no se los debe poner en situaciones en las cuales un relato o acción ponga en juego su salud emocional.
La noche de este viernes, la Iglesia de Santiago señaló que “respecto al documento Orientaciones que fomentan el Buen Trato y la Sana Convivencia Pastoral, se trata de un instrumento de trabajo hecho según estándares internacionales, que tiene plazo de seis meses para perfeccionarse con toda la comunidad eclesial. Se corregirán ciertos contenidos que fueron traducidos en forma literal y que no son adecuados, o que se prestan para interpretaciones incorrectas. Presentamos las disculpas del caso y publicaremos una nueva versión en el más breve plazo”.

Guía de orientaciones del Arzobispado

Este jueves, la Iglesia de Santiago presentó el documento en su web como un “instrumento” de trabajo pastoral. Estos son sus capítulos y algunos de los puntos que aparecen en cada uno.

1. La seguridad y supervisión

Explica que padres y tutores de niños, niñas y adolescentes deben estar informados de lo que ellos hacen.
A) Los grupos de menores, jóvenes o adultos con discapacidad deben de tener, por lo menos, dos acompañantes adultos, ojalá de ambos sexos, para realizar cualquier actividad.
B) Se deben evitar las situaciones en que un menor o un adulto con discapacidad y otro adulto puedan estar separados del resto de la comunidad.
C) Identificar “zonas de riesgo” o puntos ciegos del lugar de trabajo pastoral en donde se haga compleja la supervisión.

2. Asistencia directa de los vulnerables

En este punto, el documento del Arzobispado enfatiza la responsabilidad y deber de “servicio” de la Iglesia.
A) Mantener un alto estándar ético y profesional en todas las interacciones con niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables.
B) Fomentar que ellos hablen de sus derechos, de lo que es aceptable e inaceptable, y sobre lo que pueden hacer si es que se presenta un problema.
C) Respetar todas sus características personales, sus creencias y su cultura.

3. Muestras de afecto

Se debe mostrar el amor del Padre (…), pero hay algunas formas inapropiadas de expresar afecto y cercanía.
A) Cualquiera expresión de afecto que el niño no acepta y rechaza. Abrazos demasiado apretados.
B) Dar palmadas en los glúteos, tocar el área de los genitales.
C) Recostarse o dormir junto a niños, niñas o adolescentes. Dar masajes. Luchar o realizar juegos que implican tocarse de manera inapropiada. Abrazar por detrás.
D) Besar en la boca a los niños, niñas, adolescentes o personas vulnerables.

4. Evitar ser malinterpretados

Es un desafío permanente cuidar que nuestras conductas no puedan dar señales equívocas.
A) Regalar dinero u otros objetos de valor a menores, adolescentes o personas vulnerables, a menos que se haga con justa causa y con el conocimiento y consentimiento de padres.
B) Transportarlos en vehículo sin presencia de otro adulto.
C) Violar la privacidad, mirando o sacando fotos mientras los niños o adolescentes estén desnudos, se visten o se duchan.
D) Cualquier material sexualmente explícito o pornográfico es absolutamente inadmisible.

5. Estándares de comunicación

Para la generación de contenidos mediáticos se deben respetar algunas reglas.
A) Contar con la autorización del menor y de la persona vulnerable, y también de sus padres o cuidadores.
B) Se debe informar al niño que tiene libertad de retirarse de la producción de estos contenidos cuando así lo desee.
C) Evitar a exponerlos a daños mayores; por ejemplo, al mantener estereotipos o hacerlos relatar situaciones que puedan perjudicarlos emocionalmente.
D) Asegurarse de que no estén expuestos a ningún riesgo.

6. Uso de tecnologías de información

Los riesgos asociados al uso de las redes sociales (…) Nada de lo que está en internet es privado.
A) El personal de Iglesia de Santiago no debe comunicarse con menores de edad o personas vulnerables (que no sean parientes) usando medios electrónicos, excepto como parte de sus responsabilidades del servicio realizado o del ministerio.
B) El personal de la Iglesia de Santiago no debe hacer comentarios que sean o puedan ser interpretados como coercitivos, amenazantes, intimidantes, vergonzosos, peyorativos, degradantes o humillantes.

7. Consejeros pastorales y espirituales

En su importante tarea de propender al encuentro con Cristo, deben respetar los derechos y promover el bienestar.
A) No podrán ir más allá de su competencia y formación (…) y derivar a otros profesionales cuando sea necesario.
B) No se deben grabar ni filmar las sesiones de acompañamiento espiritual.
C) El personal de Iglesia que se hubiera comprometido a llevar una vida célibe deberá ser, con la gracia de Dios, un ejemplo de castidad célibe en todas las relaciones que pueda establecer, en todo momento.

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