Autor: Roberto Gálvez
Mar 9 Oct 2018 | 12:37 am
Arturo Vidal sigue en la polémica por sus publicaciones en las plataformas sociales. Ayer reconoció su molestia, antes de unirse a la Roja en Miami.
Arturo Vidal no aprende. O, simplemente, no escucha. En España, y específicamente en la ciudad de Barcelona, han hecho eco a cada una de las publicaciones del Rey en sus redes sociales. Le cuestionan sus mensajes, buscan a los enigmáticos destinatarios e incluso le traspasan las dudas a los compañeros del mediocampista chileno.
Encima, Vidal está más incendiario que nunca en sus plataformas sociales cuando no ha podido encontrar su mejor versión, esa que lo llevó a vestirse de culé y que, justamente, provoca las críticas de la prensa deportiva. En este momento, lo que menos necesita el ex Bayern Munich son ese tipo de distracciones, pero su actuar, justamente en las redes, lleva a todo lo contrario. Ayer sumó un nuevo capítulo a su largo libro de expresiones a través de las plataformas tecnológicas.
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Los medios hispanos, como era de esperarse, de inmediato reaccionaron a la publicación y posterior eliminación del mensaje. “Es incendiario y envenenado, sin un destino concreto”, publicó, por ejemplo, Diario Sport, uno de los medios afines a la tienda barcelonista. De hecho, en su edición impresa de hoy, este medio destaca la portada con el título “Lío Arturo”, apuntando al enojo del jugador por supuestas promesas incumplidas para ficharlo.
Ayer, luego de atravesar el Atlántico desde España hasta Estados Unidos, donde se integró al régimen de la Roja para los amistosos ante Perú y México, fue el propio mediocampista el que tuvo que aclarar la situación. “No eran por el Barcelona. La gente lo toma de manera diferente, pero cuando yo tenga un problema o enojo voy directo al entrenador y hablo directo con él. Por las redes sociales uno tiene varios motivos para hacer eso”, señaló. El problema es que la incertidumbre sobre el destinatario ya llevaba varias horas causando revuelo en Europa.
Eso sí, confidenció algo que no es muy difícil de suponer. Su malestar por el rol secundario que ha tenido desde que llegó al Camp Nou: “¿Cómo uno va a estar contento cuando no juega? Menos yo, que siempre he luchado, que he estado en los mejores equipos del mundo, que he ganado todo, que espero seguir ganando todo con el Barcelona”, resaltó.
Agregó, eso sí, que no ha bajado los brazos: “En lo personal, muy feliz. Claro que en los últimos partidos he estado un poco molesto, pero bueno, es así, vamos a seguir luchando, vienen partidos importantes, está recién empezando la temporada y esperamos ser titular”, cerró.
Justo antes de la nueva polémica por redes sociales, en Barcelona habían tratado de bajarle el perfil. Y Vidal no ayudó a apagar el incendio con lo de ayer. “Estamos en un momento en el que se dicen y se hacen muchas cosas en las redes sociales. Yo no vi nada en su momento y al cabo de un día me lo comentaron. Que yo sepa nadie del club le dijo nada”, fueron las palabras de Guillermo Amor, director de relaciones institucionales y deportivas de los culés. A las pocas horas, eso sí, Vidal volvió a prender el fuego. Y quedó, otra vez, atrapado en sus propias redes.
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