El equipo de Pékerman salió de un mal momento, le ganó bien a uno de los candidatos para Rusia 2018.
No era un partido del Mundial, era apenas un juego amistoso, el primero de 2018 en la planificación de lo que la Selección Colombia espera hacer en el Mundial de Rusia2018. Pero no por eso deja de ser importante lo hecho por la Selección en Saint-Denis, frente a un equipo que ya fue campeón del mundo, con el ambiente en contra, con estadio lleno. Esos son los encuentros que forman carácter, que sirven como un llamado de atención a los rivales. Ese 2-3 vale oro para un equipo que la pasó muy mal en la primera media hora y que, tal como había ocurrido en la eliminatoria pasada, frente a Chile, se levantó de las cenizas y dio un golpe de opinión.
Ojo: no se ha ganado nada. Es solo un partido amistoso. No es para echar campanas al vuelo y viajar a Rusia a reclamar el trofeo sin jugar. Y menos en un país como el nuestro, que a los 30 minutos del primer tiempo acababa hasta con la sede deportiva de la Federación por el mal comienzo del juego. Es un juego para tomar con mesura, para destacar la extraordinaria reacción que tuvo el equipo y que fue reconocida por el propio técnico de Francia, Didier Deschamps. Y ese sí que sabe levantar un trofeo de campeón del mundo: le tocó en 1998, como capitán.
Colombia tiene esa fibra que se aferra al partido, no abandona nunca. Nosotros nos hemos ido del partido y nos han dado una lección
“Colombia tiene esa fibra que se aferra al partido, no abandona nunca. Nosotros nos hemos ido del partido y nos han dado una lección (...). Pese a que han sufrido mucho en la primera media hora, no se han hundido”, dijo Deschamps. “Colombia no me ha sorprendido, es el perfil de este equipo. En la primera mitad nosotros hemos tenido mucha calidad, pero ellos no se van nunca del partido. En la segunda mitad han elevado el nivel y tienen grandes jugadores. Les hemos hecho daño con el 2-0, parecía fácil, pero contra ellos nunca lo es”, agregó.
Hay cosas por revisar, por supuesto. Lo primero: la forma como se afrontó el partido en los primeros minutos, cuando Colombia se dejó avasallar de Francia. No tuvo filtro en la mitad, donde Carlos Sánchez se veía con un nivel lejano al de la ‘Roca’ que se volvió inamovible en el equipo; con Abel Aguilar perdidísimo, con Frank Fabra saliendo al ataque sin orden y, más bien, dejando jugado a su equipo, y con Santiago Arias convertido en una invitación a que lo atacaran.
Así las cosas, Colombia recibió dos mazazos y parecía al borde del nocaut, expuesto a recibir al menos un par de goles más. En el 1-0, David Ospina soltó una pelota en el área chica y Olivier Giroud lo sentenció. Y luego, en el 2-0, Fabra perdió un balón saliendo al ataque y se quedó protestando por una falta que no existió, por una mano involuntaria. De ahí, los franceses movieron de lado a lado la defensa colombiana hasta que Kevin Mbappé dejó a Antoine Griezmann de frente al arco.
Hay cosas por revisar, por supuesto. Lo primero: la forma como se afrontó el partido en los primeros minutos, cuando Colombia se dejó avasallar de Francia. No tuvo filtro en la mitad, donde Carlos Sánchez se veía con un nivel lejano al de la ‘Roca’ que se volvió inamovible en el equipo; con Abel Aguilar perdidísimo, con Frank Fabra saliendo al ataque sin orden y, más bien, dejando jugado a su equipo, y con Santiago Arias convertido en una invitación a que lo atacaran.
Así las cosas, Colombia recibió dos mazazos y parecía al borde del nocaut, expuesto a recibir al menos un par de goles más. En el 1-0, David Ospina soltó una pelota en el área chica y Olivier Giroud lo sentenció. Y luego, en el 2-0, Fabra perdió un balón saliendo al ataque y se quedó protestando por una falta que no existió, por una mano involuntaria. De ahí, los franceses movieron de lado a lado la defensa colombiana hasta que Kevin Mbappé dejó a Antoine Griezmann de frente al arco.
Ese temor escénico que mostró Colombia en los primeros minutos le pudo haber costado muy caro. Ya con dos adentro, el equipo trató de agarrar la pelota y jugar un poco más adelantado. También tuvo suerte, porque eso hace parte del fútbol: Luis Fernando Muriel tiró centro (incluso lo reconoció en la zona mixta) y la bola se fue hacia el arco, sin que Dávinson Sánchez pudiera conectarla y sin que el portero Hugo Lloris lograra detenerla. Y ese gol llenó de confianza al equipo, que poco a poco fue acercándose más y más al arco francés, aunque sin generar mucho peligro.
La actitud juega, decíamos. La suerte también. Y si a eso se le suma un buen ojo del entrenador, pues todo eso va sumando para cambiar la historia. Sin necesidad de sacar a ningún jugador, movió un par de piezas y con eso, el equipo consiguió el fútbol que le faltó en la primera etapa. El mismo Mateus Uribe al que no le salió el papel de Cuadrado ‘bis’ se convirtió en un león al lado de Carlos Sánchez. James Rodríguez, al que en las estadísticas se le anotó una nueva asistencia en el gol de Muriel, pero que en general había estado más bien desaparecido, no solo se echó el equipo al hombro, sino que además tuvo una labor de sacrificio enorme, para armar la línea de cuatro cuando los franceses apuraban. A Falcao, por fin, le llegó compañía: Muriel, ya no tan pegado a la banda sino como segundo delantero, se notó mucho más cómodo, más cerca del arco rival y con más posibilidades de volver a anotar y así sumarle otro tanto al que le permitió dejar atrás una racha de cinco años y 45 días sin anotar con la Selección. Eso sí, le faltó la puntería que sí tuvo, así haya sido accidentalmente, para conseguir el descuento.
Los franceses, en la cancha, estaban sorprendidos, más allá de lo que dijo Deschamps en la rueda de prensa. Al cambio de esquema se sumó que Colombia jugó varios metros más adelante. Y eso surtió efecto casi inmediato, con el gol número 29 de Falcao con la Selección, en una jugada que comenzó Mateus Uribe en la mitad, con una recuperación sensacional, luego con un pase filtrado de Carlos Sánchez a James y, finalmente, con un toque sutil del 10 al 9 para empatar el juego.
Ya Colombia daba señas de que podía ganar el partido. Que, a la larga, era lo menos importante en este periodo de preparación. Pero eso vale mucho para el ánimo. Y lo logró con un par de jugadas en las que tuvieron que ver dos de los que entraron: penalti de Umtiti a José Heriberto Izquierdo y gol de Juan Fernando Quintero. Así, Colombia selló un envión anímico importante para lo que viene. No es el Mundial, apenas es un amistoso, pero ganarle un partido a un excampeón del mundo, de visitante y remontando un 2-0, no es cosa de todos los días.
Ya Colombia daba señas de que podía ganar el partido. Que, a la larga, era lo menos importante en este periodo de preparación. Pero eso vale mucho para el ánimo. Y lo logró con un par de jugadas en las que tuvieron que ver dos de los que entraron: penalti de Umtiti a José Heriberto Izquierdo y gol de Juan Fernando Quintero. Así, Colombia selló un envión anímico importante para lo que viene. No es el Mundial, apenas es un amistoso, pero ganarle un partido a un excampeón del mundo, de visitante y remontando un 2-0, no es cosa de todos los días.
Alineaciones
Selección Colombia: Ospina; Arias, Mina, Davinson, Fabra; Sánchez, Abel, Matheus, James; Muriel y Falcao
D.T.: José Pékerman.
Selección de Francia: Lloris; Sidibé, Varane, Umtiti, Digne; Mbappé, Kanté, Matuidi, Lemar; Griezmann, Giroud.
D.T.: Claude Deschamps
D.T.: José Pékerman.
Selección de Francia: Lloris; Sidibé, Varane, Umtiti, Digne; Mbappé, Kanté, Matuidi, Lemar; Griezmann, Giroud.
D.T.: Claude Deschamps
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