A los 46 años, Dolores O'Riordan fue encontrada sin vida en una habitación de hotel. Sus compañeros de banda lloraron su muerte, pero el impulso de mantenerla viva a través de sus último registros, fue más fuerte.
El 15 de enero de 2018 fue un día negro para la música. La cantante irlandesa Dolores O’Riordan, vocalista de la banda The Cranberries, fue encontrada sin vida en una habitación de hotel.
Los fantasmas del desamor, periodos de rehabilitación y la depresión la persiguieron por largo tiempo, pero la música siempre parecía sanar sus heridas. El problema, es que no fue suficiente.
Según registra Rolling Stone, fue en junio de 2017 que Dolores se reunió con el guitarrista Noel Hogan -con quien solía componer- para trabajar en material nuevo. “Tenemos que empezar a escribir canciones, porque tengo mucho que decir ahora mismo”, una frase que Hogan lamenta haberle restado importancia ya que tenía claro que “para ella era mucho más fácil escribir cuando había un torbellino en su vida”.
Los proyectos de la irlandesa
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Durante 6 meses, se dedicaron a componer, usualmente por mail. Él le enviaba melodías y ella respondía con letras, además de algunos demos que grabó por su cuenta en Estados Unidos y que podía ceder a los Cranberries.
La Navidad de 2017 se acercaba y comenzaron a trazar los primeros planes: ensayos intensos a comienzos de 2018 para luego hacer un tour en China esa primavera. Posteriormente, grabarían su primer disco de estudio desde 2012. “Hasta las últimas conversaciones ese era plan. Todo estaba normal”, dijo Hogan en conversación con Rolling Stone.
Pero antes de poner en marcha el proyecto, O’Riordan viajó a Londres. Estaba trabajando en un nuevo disco junto a D.A.R.K. y quería grabar una nueva versión de “Zombie” para la banda Bad Wolves.
Previo a su llegada a la capital inglesa, Dolores hizo una visita a su hogar en Limerick, Irlanda. Allí su madre -Eileen O’Riordan- la vio triste: “No era feliz. Pero sí estaba entusiasmada porque saldría algo positivo al finalizar su álbum”.
Ese mismo día, intercambió mails con el baterista Fergal Lawler y dejó dos mensajes de voz a Dan Waite, ejecutivo de un sello y ex socio de la banda, quien había coordinado la colaboración con Bad Wolves. En aquellos mensajes, habló de sus hijos y cantó partes de la canción “Bitter sweet symphony” de The Verve, consigna RS.
Sin embargo, ninguno de estos proyectos fue concluido por Dolores.
Los ensayos sin Dolores
Según contaron los músicos irlandeses a Rolling Stone, Dolores solía llegar a los ensayos en las tardes, cuando ellos ya habían practicado por horas la melodía. No quería exceder la capacidad de su voz, ni restar emoción a su interpretación al cantar una y otra vez.
“Ella llegaba, cantaba y luego conversábamos un rato”, dijo Lawler. “Escuchaba lo que habíamos hechos y luego la dejábamos hacer lo suyo. Así que avanzada la tarde, solíamos ver hacia el pasillo para ver si ella aparecía”. Sin embargo, los músicos lamentan que aún les cuesta asumir que ella no llegará al ensayo.
Entre abril y mayo de 2018, The Cramberries retomaron los ensayos con las canciones y demos que Dolores les dejó. Escuchando su voz a través de audífonos, practican las melodías que debían completar y coordinar perfectamente con su compañera.
Bajo el nombre In the end, este será el último álbum de la banda que saltó a la fama con temas como “Linger” y “Dreams”, el cual será publicado en abril de 2019. “Este es el final de The Cranberries. Creo que completa el círculo. Todos saben que este es el final… para nosotros, definitivamente… sentimos que es el cierre apropiado después de tanto tiempo”, dijo Hogan.
“Fue un poco extraño escucharla a través de audífonos. A veces, había un quiebre en la canción y podías escuchar su voz, hablando. En cierta forma esperábamos que simplemente llegara caminando en cualquier momento”, contó Noel Hogan en entrevista con RS.
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