Reciente publicación establece las bases para generar una alimentación saludable y beneficiosa con el medio ambiente. En comparación a dietas veganas, esta investigación dice ser más eficiente que la erradicación de carnes de la dieta.
EAT-Lancet es una organización internacional sin fines de lucro que desarrolla investigaciones científicas para proponer planes de alimentación sustentable a nivel mundial.
En una inédita investigación, un equipo codirigido por Walter Willet, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, y Johan Rockström, del Centro de Resiliencia de Estocolmo, comandaron un equipo de 37 científicos de distintas disciplinas, incluida la salud humana, la agricultura, las ciencias políticas y la sostenibilidad ambiental para desarrollar objetivos científicos mundiales para dietas saludables y una producción sostenible de alimentos.
El estudio multidisciplinario de la comisión plantea la necesidad de reducir el consumo de alimentos basados en carnes, lácteos y azúcares. La alimentación sustentable es un tema que insertado por este grupo, a propósito las tareas que fueron propuestas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y el Acuerdo de París.
El estudio EAT-Lancet concluye que el consumo de carnes, lácteos y azúcares deben reducirse en un 50% de aquí al 2050, mientras que la ingesta de verduras y semillas debería aumentar al doble para el mismo año. No solo por alcanzar mejoras en la salud de la población, sino que por cuestiones medioambientales. Movimientos veganos, bajo los mismos motivos, proponen erradicar el consumo de cualquier alimento de origen animal. No obstante, expertos destacan que una dieta vegana no sería tan eficiente.
El director de la comisión EAT-Lancet, y doctor en Salud Pública de la Universidad de Harvard, Walter Willet, establece las diferencias entre dietas reducidas en carnes y veganas. En conversación con Qué Pasa, Willet dice que la producción de alimentos veganos es más ineficiente, ya sea por la necesidad de suplementos alimenticios y por la excesiva utilización de combustible fósil para la producción de granos y semillas.
La forma en que se producen los alimentos, lo que se consume y cuánto se pierde o se desperdicia influye fuertemente en la salud tanto de las personas como del planeta. Para EAT-Lancet presenta un marco global integrado y, por primera vez, proporciona objetivos científicos cuantitativos para dietas saludables y la producción sostenible de alimentos.
La comisión muestra que es posible alimentar a 10 mil millones de personas con una dieta saludable dentro de los límites planetarios seguros para la producción de alimentos en 2050. También demuestra que la adopción universal de una dieta de salud planetaria ayudaría a evitar la degradación ambiental grave y evitaría aproximadamente 11 millones de muertes humanas al año.
Sin embargo, para salvaguardar los sistemas y procesos naturales de los que depende la humanidad y que, en última instancia, determinan la estabilidad del sistema de la Tierra, se requerirá nada menos que una gran transformación de alimentos. La Comisión solicita una acción generalizada en varios sectores y niveles, que incluye: un cambio global sustancial hacia patrones alimentarios saludables, reducciones en la pérdida y desperdicio de alimentos y grandes mejoras en las prácticas de producción de alimentos.
Willet, además, hace las diferencias entre una dieta reducida en carnes y otra que las erradique, como lo propone el veganismo. ”Las dietas veganas son deficientes en vitamina B12, por lo que se necesitarán suplementos o alimentos fortificados. Además, los ácidos grasos omega 3 son esenciales, por lo que aquellos con dietas veganas deben asegurarse de que estén obteniendo lo suficiente”. Cabe recordar, que este estudio, así como la visión de Willet, no toman los aspectos morales, que el veganismo sí.
La comida será un tema definitorio del siglo XXI. Aprovechar su potencial catalizará el logro, tanto de los ODS como del Acuerdo de París.Investigadores reconocen la oportunidad para desarrollar sistemas alimentarios como un hilo común entre muchos marcos de políticas internacionales, nacionales y empresariales que buscan mejorar la salud humana y la sostenibilidad ambiental.
Peretz Lavie, presidente del Instituto Tecnológico de Israel: “Estamos en un periodo en que la ciencia domina nuestras vidas”
Autor: Florencia Hidalgo Pérez
Lun 18 Feb 2019 | 04:30 am
Los países que no potencian la ciencia serán dejados atrás, acota el presidente de una de las universidades más prestigiosas en el área a nivel mundial. En su paso por Chile analiza las debilidades nacionales en la materia.
En 2009, Peretz Lavie, experto en psicofisiología del sueño, se convirtió en presidente del Instituto Tecnológico de Israel, más conocido como Technion, la universidad más prestigiosa de ese país y una de las mejores del mundo en ciencia y tecnología, que cuenta tres premios Nobel.
Lavie se encuentra en Chile para compartir experiencias con autoridades ligadas al tema. Se ha reunido con el rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, y se reunió con Carolina Torrealba, Subsecretaria del Ministerio de Ciencias.
Su interés en la ciencia comenzó cuando era un estudiante de pregrado, en 1968. Le pidieron que monitoreara el laboratorio de un profesor, momento en que, dice, se enamoró de la ciencia: “fue cuando decidí que sería la carrera para mi vida”.
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No hay duda en mi mente de eso, la investigación científica y la ciencia es importante para todos los países. No solo para entender las leyes de la naturaleza, sino que para proveer a la sociedad de mejores condiciones de vida.
¿Qué función debería cumplir un ministro de Ciencias?
Su función es asegurarse de que haya interés por la ciencia, que haya público y que existan los recursos para apoyarla.
¿Qué piensa del presupuesto destinado a las ciencias en Chile, el cual corresponde al 0,4% del Producto Interno Bruto (PIB)?
Eso es muy bajo. Israel es el número uno en inversión en ciencia con un presupuesto del 4,7% del PIB. Esto no apoya a las universidades, sino a las investigaciones. Y es otorgado a gente que quiere crear start ups o nuevas tecnologías, lo que permite a muchas personas correr menos riesgo cuando empiezan una nueva compañía. Pero creo que 0,4% es muy poco, debería ser más alto.
¿Cuánto sería apropiado invertir?
Depende del país, pero diría que en relación a lo que promedian los países de la OCDE, debiera ser 1,5 o 2% del PIB. Hoy en día es muy necesario invertir en esto, estamos en un periodo en que la ciencia domina nuestras vidas. Los cambios van avanzando tan rápido que los países que no son parte de esa carrera, serán dejados atrás.
¿Qué opina de que más mujeres se incorporen al área de la ciencia?
No es suficiente, deberían ser muchas más. Tenemos un fenómeno muy interesante en Technion. Si miras a todos los estudiantes, hay un 37% de mujeres. Pero es asimétrico, porque hay más mujeres en medicina y en biología, pero pocas en carreras de ingeniería.
En ese sentido, ¿cuál es su opinión de lo que dijo Ada Yonath -premio Nobel de Química 2009- sobre cambiar la educación para atraer a más mujeres a las ciencias?
Concuerdo con eso. Hemos logrado atraer más chicas dándoles motivación, convenciéndolas de que no son menos inteligentes que los chicos. No creo que las mujeres sean menos talentosas que los hombres, pero el problema es la forma en que son criadas y educadas. De hecho, aparecí en televisión nacional y llamé a los padres a que convenzan a sus hijas de estudiar más matemáticas.
También, implementamos un programa en Haifa -ciudad donde queda la universidad- llamado Girls to the Technion, el cual consiste en entregarles más educación a las chicas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas mientras cursan la secundaria.
¿Qué percepción tiene de Chile en el área de la ciencia y tecnología y cómo podríamos mejorar?
Conozco la U. de Chile y la U. Católica, que son excelentes universidades, pero la pregunta que tengo es: este país tiene 18 millones de personas y la mitad de ellas viven en Santiago, ¿qué pasa en la periferia? ¿Qué pasa en el norte, en el sur? Es difícil desarrollar un país cuando la mitad de la población vive en una sola ciudad. Ese es un desafío que tienen aquí.
Otro tema es que la tecnología se transfiere. Es creada en la universidad y debería proveer de nuevos equipos, dispositivos y darles un uso práctico. Esto debería adoptarse en universidades chilenas. Es decir, que si soy un investigador y encuentro algo que puede ayudar a las personas, hay que sacarlo de la universidad y entregarlo al público. En Chile no se logran desarrollar estas tecnologías y es algo a lo que las universidades deberían darle más importancia. No es necesario tener más dinero. Sino tener la mente abierta y una buena idea.
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