El director para las Américas de Human Rights Watch explicó que no basta la definición del diccionario para conferirle ese carácter a los abusos que registraron, sino que se requeriría "una instrucción que esté originada en las autoridades máximas", de lo cual no tienen antecedentes.
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SANTIAGO.- En la presentación del informe que dio a conocer este martes Human Rights Watch tras dos semanas de observación de lo ocurrido durante la crisis social en Chile, el director para las Américas, José Miguel Vivanco, recibió una pregunta: ¿Se puede hablar de violaciones "sistemáticas" a los Derechos Humanos?
El informe en sí dio cuenta de un "uso excesivo de la fuerza contra manifestantes y transeúntes" y "graves abusos" en las detenciones, pero Vivanco fue preciso: "Para que yo responda esa pregunta, no la puedo responder simplemente buscando la definición del diccionario, porque no es un adjetivo cualquiera: tiene un enorme peso en derecho penal internacional hablar de 'sistematicidad'".
"Para que una conducta o unos hechos puedan ser caracterizados como 'sistemáticos', no solo es suficiente y necesaria la reiteración de la conducta —en distintos escenarios, por distintos o los mismos agentes, en distintas circunstancias, durante un periodo específico— sino también hace falta que exista evidencia de que esa conducta reiterada —que puede corresponder a prácticas de abuso como las hemos descrito acá— obedece, son el fruto o se explican porque existe una especie de orden", señaló.
"Esa es la terminología que usted encuentra en derecho penal internacional (...) Estamos hablando de un ataque, la expresión es 'ataque', 'campaña', 'orden' o una instrucción que está originada en las autoridades máximas que están dirigiendo. No tenemos esos antecedentes y responsablemente no podemos hacer ese tipo de inferencias", añadió.
Conjuntamente, el abogado hizo hincapié en que la organización se planteó dos objetivos durante su observación: lograr "un diagnóstico objetivo y riguroso de lo ocurrido" en materia de personas heridas, tanto manifestantes como efectivos policiales, y preguntarse "por qué se ha dado este cuadro".
Para Vivanco, es fundamental encontrar "las razones que explican lo rudimentario, la precariedad, la falta de supervisión o fiscalización al interior de las policías". "Hoy se conducen con un grado de abuso y con una falta enorme de rendición de cuentas. Contribuye a profundizar esas conductas el hecho de que durante décadas no se han introducido reformas importantes al funcionamiento de Carabineros", dijo.
"No es posible que la máxima autoridad de Carabineros no sepa cuál es la composición material de los perdigones"
Vivanco reconoció que Chile "enfrenta una situación de extrema gravedad y precariedad en materia de orden público", pero explicó que existe un problema serio al momento de contener esa situación. "Las fuerzas de Carabineros, encargadas de restaurar y proteger el orden público —en nuestra opinión— cometen, en ese tipo de tareas y en esos esfuerzos, graves violaciones a los DD.HH. y es predecible que, de no introducirse reformas urgentes en estas prácticas, estas violaciones y abusos van a continuar", afirmó.
El representante de Human Rights Watch celebró el cese del uso de la "escopeta de perdigones" pero criticó que la suspensión "no puede estar únicamente basada en los estudios pendientes para determinar cuál es la composición de los perdigones". En ese sentido, dirigió una crítica al general director de Carabineros, Mario Rozas: "No es posible que el general, la máxima autoridad de Carabineros, no conozca, no sepa cuál es la composición material de los perdigones", dijo.
"Para que una conducta o unos hechos puedan ser caracterizados como 'sistemáticos', no solo es suficiente y necesaria la reiteración de la conducta (...) sino también hace falta que exista evidencia de que esa conducta reiterada (...) obedece, son el fruto o se explican porque existe una especie de orden"
José Miguel Vivanco
"Me parece que es elemental de cualquier fuerza pública, de cualquier comandante o general en el mundo, que por lo menos conozca con la mayor precisión no solo las consecuencias que tiene el uso de esta escopeta, sino también y en particular la composición y las reglas del juego para utilizar estos perdigones".
Así, enumeró una serie de imprecisiones advertidas en su observación con respecto a los protocolos de uso de las municiones. "Los carabineros en Chile sostienen que los perdigones los lanzan a un espacio mínimo de 30 metros. Menos de 30 metros, el arma que en teoría es no letal puede pasar a ser letal. Sin embargo, otras fuerzas de seguridad que usan estas escopetas y que también utilizan perdigones, sostienen que el mínimo son 40 metros", expuso.
"Le preguntamos a todas las autoridades policiales del país cómo calculan los 30 metros, que no es una cuestión menor, porque si menos de 30 metros —25, 24, 23 metros— podrían llegar a generar un daño gravísimo que podría llegar a ser hasta letal, y la respuesta es 'a ojo de buen cubero'", relató Vivanco.
"Es, en mi opinión, un grado de irresponsabilidad enorme no solo para los manifestantes sino también para los propios carabineros, que están en el límite de incurrir en un acto delictivo o no porque no existen las herramientas para determinar", añadió.
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