Una mujer presidirá por primera vez la Liga de Fútbol francesa.
Nathalie Boy De La Tour, una consultora de 48 años, será la encargada de liderar el balompié galo luego del rechazo de Raymond Domenech.
Nathalie Boy De La Tour, una consultora de 48 años, se convirtió hoy en la primera mujer que preside la Liga de Fútbol Profesional (LFP) de Francia y pone fin al vacío de poder creado a inicios del pasado octubre.
La inesperada elección de Boy De La Tour, para un mandato de cuatro años, sucede después de que fallase una primera opción propuesta por varios clubes, la del antiguo seleccionador Raymond Domenech.
La Liga de Fútbol Profesional gala estaba en funciones desde mayo de 2016, situación que se agravó el pasado octubre, cuando los 40 clubes de primera y segunda división no se pusieron de acuerdo en la reelección del consejo de administración por discrepancias en el reparto de los derechos televisivos.
“Estoy sorprendida (…) Agradezco la unión mostrada por los clubes y la familia del fútbol por darme la confianza. Tenemos desafíos importantes delante de nosotros. El fútbol profesional debe encontrar la confianza y la cohesión”, destacó Boy De La Tour, que era miembro del Consejo de Administración de la LFP desde 2013.
La relación de la nueva presidenta con el fútbol profesional es reciente.
En 2004, Boy De La Tour, diplomada en una escuela de comercio, organizó un salón del fútbol en París, en el que entró en contacto con este deporte, y posteriormente colaboró con la Federación Francesa de Fútbol (FFF).
La elección de Nathalie Boy De La Tour tiene como objetivo cerrar las heridas en el organismo que gestiona las ligas profesionales francesas.
Los grandes de la categoría de oro, con el París Saint-Germain (PSG), el Lyon, el Marsella y el Mónaco a la cabeza, y los pequeños, entre ellos el Rennes y el Lorient, están en una guerra declarada por los derechos televisivos, la principal fuente de ingresos de los clubes de fútbol.
En Francia, los derechos televisivos se sitúan en torno a los 750 millones de euros, muy lejos del campeonato inglés (unos 2.000 millones) o del español (1.300) y por detrás de Alemania (1.100) e Italia (940).
Los defensores del nuevo reparto quieren que sea más equitativo.
En el sistema vigente en Francia, si el primer clasificado se embolsase, por ejemplo, 100 millones de euros, al último le corresponderían 28.
Con el nuevo modelo que propugnan los clubes menores, esa distancia se reduciría y si el líder ganase 100, el último ganaría entre 50 y 66 millones.
La inesperada elección de Boy De La Tour, para un mandato de cuatro años, sucede después de que fallase una primera opción propuesta por varios clubes, la del antiguo seleccionador Raymond Domenech.
La Liga de Fútbol Profesional gala estaba en funciones desde mayo de 2016, situación que se agravó el pasado octubre, cuando los 40 clubes de primera y segunda división no se pusieron de acuerdo en la reelección del consejo de administración por discrepancias en el reparto de los derechos televisivos.
“Estoy sorprendida (…) Agradezco la unión mostrada por los clubes y la familia del fútbol por darme la confianza. Tenemos desafíos importantes delante de nosotros. El fútbol profesional debe encontrar la confianza y la cohesión”, destacó Boy De La Tour, que era miembro del Consejo de Administración de la LFP desde 2013.
En 2004, Boy De La Tour, diplomada en una escuela de comercio, organizó un salón del fútbol en París, en el que entró en contacto con este deporte, y posteriormente colaboró con la Federación Francesa de Fútbol (FFF).
La elección de Nathalie Boy De La Tour tiene como objetivo cerrar las heridas en el organismo que gestiona las ligas profesionales francesas.
Los grandes de la categoría de oro, con el París Saint-Germain (PSG), el Lyon, el Marsella y el Mónaco a la cabeza, y los pequeños, entre ellos el Rennes y el Lorient, están en una guerra declarada por los derechos televisivos, la principal fuente de ingresos de los clubes de fútbol.
En Francia, los derechos televisivos se sitúan en torno a los 750 millones de euros, muy lejos del campeonato inglés (unos 2.000 millones) o del español (1.300) y por detrás de Alemania (1.100) e Italia (940).
Los defensores del nuevo reparto quieren que sea más equitativo.
En el sistema vigente en Francia, si el primer clasificado se embolsase, por ejemplo, 100 millones de euros, al último le corresponderían 28.
Con el nuevo modelo que propugnan los clubes menores, esa distancia se reduciría y si el líder ganase 100, el último ganaría entre 50 y 66 millones.
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