El cuadro azulgrana cambia su identidad y se hace fuerte desde el exterior. Es el segundo equipo que más dinero ha gastado en Europa durante los últimos diez años.
En Barcelona no hay forma de sostener el discurso del equipo formador. Atrás quedó la época en la que el club catalán se hacía fuerte con planteles íntegramente formados en La Masia, su centro de formación de jugadores que vivió su mayor expresión hace algunos años, con aquel mítico equipo campeón de todo comandado por Pep Guardiola. Pero los tiempos son otros y, de hecho, durante los últimos diez años ha sido justamente el Barça uno de los equipos que más dinero ha gastado para potenciar su plantel en el Viejo Continente.
Con el fichaje del brasileño Philippe Coutinho, que llegó del Liverpool a cambio de US $190 millones (160 millones de euros), el conjunto catalán completó US $1.350 millones en fichajes desde 2008, lo que lo transforma en el segundo equipo más gastador, detrás del Manchester City, que totaliza una inversión de US $1.800 millones en el mismo período, de acuerdo a los datos del portal especializado Transfermarkt.
Y aunque en 2011 el Barcelona presumía de un equipo campeón formado en casa, el tiempo ha hecho insostenible el discurso. “El Madrid está un año sin ganar títulos y se gasta 160 millones en tres jugadores: Illarramendi, Isco y Bale. El Barcelona no puede hacer eso. Somos diferentes porque podemos competir con ellos sin tener que gastar ese dinero”, decía Gerard Piqué en octubre de 2013. Sin embargo, el equipo de la capital española es el quinto equipo del listado de los que más han gastado (US $1.170 millones), por detrás del Chelsea (US $ 1.315 millones) y el Manchester United (US $ 1.220 millones).
Lo concreto es que, sólo durante la época de Guardiola la identidad que pregona el club se mantuvo y se potenció, no obstante desde Luis Enrique la prosperidad de las divisiones inferiores se terminó. Según el diario El Mundo, bajo el mando del exdelantero se produjeron 16 debuts, pero ninguno de aquellos jugadores llegó a consolidarse en el primer equipo. Así, durante los últimos años ha tenido que buscar su potencial fuera de su territorio. Y aunque Lionel Messi es y será por siempre el mayor orgullo del área de formación del equipo, Neymar, Luis Suárez, Dembelé y ahora Coutinho son las pruebas del comienzo de una nueva era del Barça.
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