El secretario general de la ANFP volcó la elección ante Uauy tras cuatro rondas. Los sufragios de U. Española y Puerto Montt definieron al ganador. “Averigüen el valor de esos votos”, reclaman desde el bando perdedor.
Fue una elección reñida. Tal vez, la más impredecible que el fútbol chileno haya vivido. Recién después de cuatro rondas de votaciones, Sebastián Moreno, secretario general de la actual administración de la ANFP, fue elegido como el nuevo presidente del organismo, tras vencer 25 a 21 a Jorge Uauy. Alegría en el continuismo e indignación en la oposición, que alcanzó a estar a solo una unidad de quedarse con la victoria.
La jornada estaba programada para las 11 horas, aunque comenzó más temprano. El primer candidato en arribar fue Harold Mayne-Nicholls (10.30). Cinco minutos después fue el turno de Uauy, mandamás de Palestino. El último en aparecerse fue Moreno. “Confiamos en un triunfo”, dijo. Nadie podía garantizar su vaticinio.
Sus palabras se hicieron realidad, pero después de un intenso lobby y de tres rondas de votación en las que nunca estuvo en ventaja. Para el exabogado de Codelco, la cuarta fue la vencida.
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La primera vuelta se dio como se pronosticaba. El resultado fue así: 18 votos para Uauy (lista A) y 18 para Moreno (lista B). Mayne-Nicholls (lista C) sumó solo 12 preferencias y abandonó la carrera. Huachipato y La Serena fueron los ministros de fe. Universidad Católica y Melipilla se ofrecieron para firmar el acta.
“Los votos son de los clubes. Conversamos hasta ayer con muchos de ellos. Les gusta lo que hacíamos. No me da lo mismo quién salga, pero no puedo hacer juicio público, porque no voto. Esperábamos pasar a la segunda vuelta, pero no se pudo”, lamentó Harold.
En la primera vuelta, el continuismo celebró tener el apoyo de Unión Española, el que también se adjudicaba la oposición, en la previa. Sin embargo, este último sector entendía la estrategia de los hispanos: votar por Moreno y sacar a Mayne-Nicholls del camino.
La segunda vuelta y la tercera vuelta fueron un mazazo para Moreno, que vio cómo el titular de Palestino quedaba a un paso de la presidencia del ente rector. En ambas instancias el empresario árabe se impuso 24 a 22 al abogado. Universidad de Concepción votó en blanco sin HMN en la pelea. Quien llegaba a 25 ganaba, porque es el mínimo que exigen los estatutos (mayoría absoluta de un total de 48).
De esta forma, el candidato de la UC, Colo Colo y la U estaba a solo un punto de la victoria. Es decir, simplemente necesitaba el apoyo de un club más de Primera B, cuya preferencia se contabiliza como un punto, para triunfar. Los de Primera División valen dos.
El oficialismo reclamaba en privado que Unión Española se había cambiado de bando, o sea, que tras votar por Moreno en primera vuelta, luego había marcado la papeleta a favor de Uauy en las dos rondas siguientes. A la vez, se quejaban de que Puerto Montt y Deportes Valdivia tampoco cumplían su palabra. El nerviosismo cundía en el salón plenario.
Previo a la cuarta vuelta hubo un pequeño receso, no formal, para comer y refrescarse. En ese lapso de 40 minutos se decidió el futuro del fútbol chileno, porque los presidentes aprovecharon el tiempo para algo más que alimentarse: el lobby.
Cuentan en el Consejo que fue Raúl Delgado, presidente de San Felipe, quien se contactó con Jorge Segovia, dueño de Unión, para que votara por Moreno. “Raúl le dijo que Jorge Contador estaba celebrando a viva voz la voltereta de Unión. Y Segovia no quiere nada que se relacione a Mayne Nicholls”, asegura un testigo.
El conteo final concretó la remontada de Moreno, que se quedó con el sillón de la ANFP por 25 votos a 21, gracias a los votos de Unión y Puerto Montt. En un principio, ambos bandos pensaban que Cobreloa fue el equipo de la B que se cambió. Desde Santa Laura, en tanto, niegan la versión. “Unión Española es un club serio y el voto es secreto. Nadie tiene una cámara para asegurar por quién votamos”, dice una alta autoridad del club.
Por otra parte, en el continuismo señalaron que fue Hernán Rosenblum, gerente general de Ñublense, quien consiguió el apoyo de los loínos. Hasta que vino el almuerzo de celebración de Moreno…
Resulta que en la comida, celebrada en el restaurant Eladio, de Avenida Ossa, llegó Puerto Montt y no Cobreloa, lo que generó sorpresa.
La Tercera contactó a Walter Aguilera, presidente naranja, quien negó su voltereta: “Estoy indignado. Me vengo bajando del avión y me entero de que dicen que Cobreloa se dio vuelta. Es mentira. Votamos hasta el final por Uauy”. Este medio también intentó contactar a Germán Mayorga, timonel salmonero, pero éste no respondió.
En ese momento, en la oposición ya estaban convencidos de la voltereta de Puerto Montt. “Todo calza. Fueron ellos los traidores. Filtraron que era Cobreloa para limpiar al que se dio vuelta. Esto es una vergüenza. Los medios tienen que averiguar a qué precio se compraron esos votos”, reclamaron del bando de Uauy.
“Estamos contentos porque nuestro mensaje llegó a los clubes”, dijo el ganador. En la otra vereda, la de Uauy, había indignación y pesar. La cuarta fue la vencida para Moreno, que desde el 7 de enero presidirá el fútbol chileno hasta 2022.
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