El presidente anuncia el fin de “la buena onda” con los jugadores.
“El tema de los jugadores cabrones no nos gusta. Aquí mandamos nosotros como directores y vamos a parar el tema de tanto hablar. Se acabó la buena onda. Aquí no hay vacas sagradas. Johnny pudo haber ganado muchos titulos, pero ésta es una institución que va más allá de una persona”. Carlos Heller dijo basta. En la versión más enérgica y dura que se le recuerda desde que accedió a al cargo, el presidente de la U contestó al capitán del equipo tras sus críticas del viernes pasado atacando directamente la decisión del directorio de tener dos técnicos a cargo del equipo.
Herrera, habitual de los dichos incendiarios, ídolo intocable de la grada y consentido en todo hasta ahora por sus jefes, se llevó en voz alta una reprimenda. La pronunció Heller en el CDA, a la conclusión del directorio de Azul Azul y con el resto de la mesa escuchándolo en primera fila. “Vamos a tener una conversación privada con Johnny cuando vuelva de vacaciones”, añadió; “no son buenas ese tipo de declaraciones. Las respetamos, pero no las compartimos”.
Y aunque las palabras de Johnny criticando a la dupla Castañeda-Musrri coincidieran con su destitución, Heller aseguró que no hay conexión entre ambos hechos: “Los comentarios de Johnny no tuvieron nada que ver con el despido de la dupla técnica. Primero salió apoyando y a la otra semana criticando. No nos vamos a dejar llevar por los comentarios de nadie”.
El presidente confirmó igualmente que si bien Castañeda no seguirá ligado a la U, Luis Musrri, sí: “No va a estar en el cuerpo técnico del primer equipo. Va a estar en otra función dentro de la institución. Le estamos preparando un camino para que se desarrolle en la parte profesional y se proyecte como futuro técnico de Universidad de Chile. Queremos respetar a nuestro capitán”. A Musrri se refería, no a Johnny, que salió dialécticamente apaleado.
El casting por el sucesor
Con respecto a quién será el próximo entrenador de la U, Heller no dio muchas pistas. “Todo lo que se ha dicho es poco riguroso. Empezaron inmediatamente los llamados desde Bolivia [en alusión a Miguel Ángel Hoyos, seleccionador altiplánico] y otras partes. Pero es gente que está trabajando”.
El directivo ni siquiera se atrevió a decir qué perfil de estratega están buscando y, antes de encasillarse en un estilo, prefirió dejar abierto el abanico de posibilidades para tomar el mando de la banca de la U: “Quiero esperar a ver los candidatos. Tenemos que tener un técnico que sea ganador y que vaya al frente. Tuvimos un año muy malo. Beccacece respondía a un perfil de lo que se quería en ese minuto y los resultados no se dieron”.
Las estadísticas de 2015 y 2016, segundo y tercer año de Heller al mando, son malas para la U. 20 triunfos de 62 partidos y completaron cuatro campeonatos sin siquiera estar entre los cinco mejores equipos. “Por supuesto que es un fracaso cuando no se cumplen los objetivos. Soy hincha de la U y quiero mucho a esta institución al igual que todo el directorio. No estamos aqui por otro motivo. Tocamos fondo y hay que ver qué hacemos para revertirlo”, reconoció el autocrítico empresario antes de irse rápido a más reuniones.
Herrera, habitual de los dichos incendiarios, ídolo intocable de la grada y consentido en todo hasta ahora por sus jefes, se llevó en voz alta una reprimenda. La pronunció Heller en el CDA, a la conclusión del directorio de Azul Azul y con el resto de la mesa escuchándolo en primera fila. “Vamos a tener una conversación privada con Johnny cuando vuelva de vacaciones”, añadió; “no son buenas ese tipo de declaraciones. Las respetamos, pero no las compartimos”.
Y aunque las palabras de Johnny criticando a la dupla Castañeda-Musrri coincidieran con su destitución, Heller aseguró que no hay conexión entre ambos hechos: “Los comentarios de Johnny no tuvieron nada que ver con el despido de la dupla técnica. Primero salió apoyando y a la otra semana criticando. No nos vamos a dejar llevar por los comentarios de nadie”.
El presidente confirmó igualmente que si bien Castañeda no seguirá ligado a la U, Luis Musrri, sí: “No va a estar en el cuerpo técnico del primer equipo. Va a estar en otra función dentro de la institución. Le estamos preparando un camino para que se desarrolle en la parte profesional y se proyecte como futuro técnico de Universidad de Chile. Queremos respetar a nuestro capitán”. A Musrri se refería, no a Johnny, que salió dialécticamente apaleado.
Con respecto a quién será el próximo entrenador de la U, Heller no dio muchas pistas. “Todo lo que se ha dicho es poco riguroso. Empezaron inmediatamente los llamados desde Bolivia [en alusión a Miguel Ángel Hoyos, seleccionador altiplánico] y otras partes. Pero es gente que está trabajando”.
El directivo ni siquiera se atrevió a decir qué perfil de estratega están buscando y, antes de encasillarse en un estilo, prefirió dejar abierto el abanico de posibilidades para tomar el mando de la banca de la U: “Quiero esperar a ver los candidatos. Tenemos que tener un técnico que sea ganador y que vaya al frente. Tuvimos un año muy malo. Beccacece respondía a un perfil de lo que se quería en ese minuto y los resultados no se dieron”.
Las estadísticas de 2015 y 2016, segundo y tercer año de Heller al mando, son malas para la U. 20 triunfos de 62 partidos y completaron cuatro campeonatos sin siquiera estar entre los cinco mejores equipos. “Por supuesto que es un fracaso cuando no se cumplen los objetivos. Soy hincha de la U y quiero mucho a esta institución al igual que todo el directorio. No estamos aqui por otro motivo. Tocamos fondo y hay que ver qué hacemos para revertirlo”, reconoció el autocrítico empresario antes de irse rápido a más reuniones.
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