La lluvia y un elenco boliviano muy defensivo complicó a los locales en Quito. Miler Bolaños y Felipe Caicedo le dieron el triunfo a los amarillos.
R. Mujica 13 de octubre del 2015 / 20:10 Hrs
En los dueños de casa, Valencia y Jefferson Montero intentaron insistentemente con sus descuelgues característicos, pero la zaga boliviana estuvo muy concentrada para evitar que Miler Bolaños y Felipe Caicedo tuvieran opciones dentro del área. Además, el pésimo estado del campo impedía que los amarillos pudieran hacer juego asociado. Siempreuna poza se metía en el camino, y no quedaba otra opción que buscar a través de balonazos.
Gustavo Quinteros se la tuvo que jugar en el complemento, y acertó en los cambios. Juan Cazares le dio bastante más juego a un mediocampo que necesitaba más variantes que las que le otorgaba un rústico Quiñónez, y el mejor estado del césped en la segunda mitad le dio más claridad a Ecuador. Luego de muchas insitencias, un excelente pase profundo del volante de Banfield le dio la gran oportunidad a Miler Bolaños para definir mano a mano ante Vaca para poner el único tanto del encuentro.
Tras ese tanto, Bolivia dejó de batallar y dejó espacios para que Ecuador pudiera sellar el pleito. El encargado fue un Felipe Caicedo que había tenido un partido bastante bajo, pero que se fabricó el penal sobre el final y puso un 2-0 que dejó una sensación de mayor tranquilidad en el Atahualpa de Quito.
Ecuador termina con puntaje perfecto la primera fecha doble, pese a que no convenció del todo en su duelo ante Bolivia. A Gustavo Quinteros le faltó poner un mediocampo más osado frente al rival que dejó en evidencia que es el elenco más débil del contiente, y que solo buscó defenderse y un milagro en campo contrario. Por el momento, los del Guayas se ven bien perfilados para llegar a su tercera Copa del Mundo, mientras los verdes, de la mano de un Julio César Baldivieso que ha tenido graves problemas internos en apenas un par de meses, ya se empiezan a olvidar del sueño inicial de retornar a un Mundial por su nivel nefasto de sus primeros dos partidos.
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