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Vie 28 Sep 2018 | 01:09 pm
El manejo del intendente del Maule sobre su posible candidatura a la testera ha irritado al gobierno. Aunque su trayectoria la ha hecho como dirigente deportivo, el temor es que se replique el escenario de 2010, más con una candidatura de Harold Mayne-Nicholls.
Que renuncie rápido para ser candidato. O que desista de la idea. Sin medias tintas, así explicitan en el gobierno la molestia con el intendente del Maule, Pablo Milad, por el inesperado flanco que le abrió a Sebastián Piñera: una posible candidatura a la presidencia de la ANFP que él en ningún caso se ha afanado en desmentir.
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Un comportamiento que, según los analistas, puede terminar complicando al mandatario. “Si va a tratar de ganar tiempo para ver si cuenta con los apoyos necesarios para ganar la eleccion usando su puesto creo que comete un error y al mismo tiempo puede dañar al presidente”, dice Roberto Izikson, gerente general de Cadem, quien agrega que el problema se produciría “si Milad insiste en usar su cargo y al Presidente para ver hasta donde puede llegar su candidatura. Sería un error que ambos se reunieran”.
No sólo eso. Con la oficialización esta semana de la candidatura de Harold Mayne-Nicholls -que, de acuerdo al actual panorama, tiene pocos apoyos entre los dirigentes-, y la presencia del ex ministro de Deportes Gabriel Ruiz-Tagle como presidente de Colo Colo, la imagen pública podría ser compleja. “Es el candidato de Bachelet contra el de Piñera”, es la imagen que, dicen en Palacio, se quiere evitar.
Sobre todo porque el escenario remite a lo ocurrido en 2010, cuando Mayne-Nicholls perdió la elección contra Jorge Segovia, terminando con la salida de Marcelo Bielsa de la selección. Un período en el que Piñera sufrió una fuerte baja en las encuestas, que si bien en las mediciones aparecía asociado a conflictos sociales, en la impresión quedó unido con la partida del DT argentino.
Agua en la piscina
Pablo Milad quiere ser el sucesor de Arturo Salah en la presidencia de la ANFP. Eso es lo primero. La segunda parte de la ecuación en su camino a la testera del fútbol chileno es aglutinar el apoyo necesario que le permita tirarse a la piscina como candidato. Y la tercera, pero no menos importante, conseguir la autorización de La Moneda para dejar su cargo de intendente de la Región del Maule, pese a los problemas de imagen que eso podría generar.Su trayectoria deportiva es más que conocida, según afirma el emblemático senador de la zona Juan Antonio Coloma (UDI), quien además pone paños fríos a la preocupación de La Moneda. “Para cualquier gobierno es legítimo motivo de tranquilidad que, transversalmente, gente que ocupa roles importantes también sean solicitados en otras tareas relevantes. Obviamente, la decisión es estrictamente personal. Cualquiera sea la decisión, lo importante es que va a cumplir de buena manera su vocación de servicio, lo que siempre es importante para un país”, dice a La Tercera PM.
¿Pero por qué es prioritario para Milad encontrar un respaldo garantizado? Porque no quiere enfrentarse a las molestias del Ejecutivo sin paracaídas. De hecho, es el mismo extimonel de Curicó Unido quien ha estado moviendo los hilos entre los clubes que deben votar en la elecciones de Quilín. Tiene claro, además, que su nombre congrega apoyo, por su buena gestión en Curicó, por su cercanía con los equipos de la B y porque sus antecedentes como dirigentes no están manchados.
En ese sentido, hay dos nombres detrás de la eventual postulación de Milad que sí ponen en entredicho al intendente. Son los de Felipe Muñoz (Rangers de Talca) y Jorge Sánchez (Deportes Antofagasta), dos figuras fuertes del mundillo de la ANFP, socios creadores del factoring FactorOne, habitual generador de préstamos a clubes con problemas de caja. El primero tenía la intención de ser parte del directorio en la lista del conglomerado que levanta a la figura de Milad, situación que el propio candidato ha desestimado, justamente para evitarse conflictos con presidentes que no miran bien el estilo dirigencial de Muñoz y Sánchez.
Para la principal autoridad de la Séptima Región es clave armar su propio equipo de trabajo. Así se lo hizo saber a los articuladores de su candidatura. “No quiere que le pase de las elecciones pasadas, en la que perdió con Arturo Salah. Ahí también tenía el apoyo de los clubes, pero a última hora varios se dieron vuelta. Si se lanza, quiere hacerlo sobre seguro”, explica un cercano a Pablo Milad.
El problema es que el gobierno lo ve al revés. No quiere a Milad especulando mientras permanece en su puesto. Por ello, se prevé que los próximos días serán claves. Una cosa, sí, está descartada: que Piñera reciba a Milad para que éste renuncie con una foto junto a él antes de ser candidato. Sería un escenario que reviviría fantasmas que en La Moneda quieren alejar.
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