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De acuerdo a la PDI, los gastos de la condenada a cinco años de cárcel por el sacrificio de su hijo recién nacido fueron costeados por su pareja a través de distintos métodos.
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Guerra terminó siento capturada en el patio de la propiedad en que vivía tras intentar escapar.
SANTIAGO.- De acuerdo a la Jechu, ella y E.B.S. se conocieron hace un par de años en Viña del Mar. Él, 16 años mayor, trabajaba realizando eventos y fue precisamente en uno de ellos donde se encontraron. Desde entonces ambos comenzaron una relación sentimental marcada por un apoyo incondicional.
La Jechu también era conocida como Constanza Echeverry. Pero su nombre real era otro: Natalia Guerra Jequier, la única prófuga por el caso de la secta de Colliguay y quien fue capturada ayer por la mañana tras más de dos años de escape.
Y es que ella era la madre del recién nacido que fue sacrificado por el grupo que lideraba Ramón Castillo Gaete, alias "Antares de la Luz", en noviembre de 2012, caso que le implicó en 2017 una condena de cinco años por parricidio. Su rastro, sin embargo, se perdió cuando debía dejar el arresto domiciliario y entrar a la cárcel.
En los casi 27 meses que duró la fuga, el apoyo de su pareja fue clave, dice la PDI. Él se encargaba de llevarle todo lo que necesitaba, además de arrendar las propiedades -siempre ubicadas en el sector sur de la capital- donde se escondería.
El paso a paso
En conversación con Emol, el jefe (s) de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe), Juan Pablo Pardo, explicó que Guerra y E.B.S. intentaban cambiar de domicilio una vez al año.
También que tras una de estas mudanzas se logró encontrar una evidencia clave. Los nuevos arrendatarios de una parcela en Calera de Tango hallaron, mientras hacían aseo, una tarjeta de crédito a nombre de la prófuga, además de su licencia de conducir.
"Tuvieron la sospecha de que pertenecían a alguien ligado a un delito y nos entregaron la documentación. Hacemos investigación en esa línea,y tuvimos el nombre de una persona", explicó el policía sobre E.B.S., quien previamente había sido visto acompañando a la mujer en tribunales cuando el caso de Colliguay estalló.
"Vimos que esta persona había tenido cierta cercanía con ella y establecimos la relación sentimental. Comenzamos a trabajar con él, cuáles eran sus pasos", añadió.
Al tiempo, el equipo estableció además que él era quien se encargaba de arrendar las propiedades, las cuales costeaba de distintas formas. De acuerdo a Pardo, una de ellas refiere a una herencia que recibió tras el fallecimiento de su padre, un reconocido arquitecto ligado a la dirección de un club de fútbol de chileno.
E.B.S. también trabajaba en un gimnasio y realizaba eventos en los que se ofrecía sushi. "(Le) llegan muy buenos ingresos y con eso sustentaba a Natalia", acotó el policía.
Finalmente las pesquisas permitieron dar con la parcela donde finalmente ocurrió ayer el operativo policial: "Comenzamos a consultarle a la gente de forma sigilosa quienes vivían y nos señalaban una pareja. Había una mujer, de nombre Constanza Echeverry. De primeras no tiene nada que ver con Natalia, pero podía ser un nombre falso".
27Meses estuvo prófuga Natalia Guerra, una de las condenadas en el caso de la secta de Colliguay.
Con los seguimientos fue quedando claro cuál era la dinámica de convivencia: ella escribía un listado con los alimentos y productos que necesitaban para no salir ni siquiera al patio de la casa y él los adquiría.
"Encontramos papeles manuscritos donde ella le indicaba qué comprar y que él botó en el exterior. Levantamos eso como evidencia y cotejamos con papeles que Natalia nos había firmado cuando pasó detenida. Se realizó un peritaje caligráfico que arrojó un 100% de coincidencia", confirmó.
Aquellas, sin embargo, no fueron las únicas diligencias en el caso. En una oportunidad, E.B.S. viajó al extranjero y, a su regreso, fue captado realizando una video llamada desde el Duty Free del Aeropuerto. En la pantalla se veía el rostro de Guerra.
También se conversó con algunas personas que iban a la parcela para hablar de ciertos temas en torno a un nuevo culto que la prófuga organizó desde el interior. Hasta el momento, precisó Pardo, no se ha asociado ningún ilícito a aquella situación.
"El hombre no fue detenido porque no había una orden en su contra. Nuestra investigación era por Natalia en el marco de un caso que ya se encuentra cerrado. Si más adelante la fiscalía dispone de alguna situación en cuanto a él, la llevaremos a cabo", concluyó.
Guerra, por su parte, ya se encuentra cumpliendo condena en el Centro Penitenciario Femenino de Santiago.
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